martes, 24 de febrero de 2015

HUÉSPED PARATÉNICO

¿QUÉ ES UN HUÉSPED PARATÉNICO?




Es un huésped accidental que transporta un parásito, pero el parásito no se desarrolla ni pierde infectividad, el hospedador intermediario que no es necesario para el desarrollo del parásito, pero que sin embargo sirve para mantener su ciclo vital. Alaria americana puede servir como ejemplo: los denominados estados mesocercariales de este organismo residen en renacuajos, que sirven muy raramente de alimento al hospedador definitivo canino. Los renacuajos son más frecuentemente depredados por serpientes, en cuyo interior el parásito no continúa su desarrollo pero sí se multiplica, infectando a su hospedador definitivo una vez la serpiente es comida por un cánido. En este caso, la serpiente es un hospedador paraténico puesto que es necesaria, no para el desarrollo de los ciclos de vida del parásito, pero sí para transmitirse al hospedador definitivo. 














Para los endoparásitos el hospedador representa todo su medio ambiente, puesto que en él desarrolla su actividad vital para sobrevivir y reproducirse. En el hábitat del hospedador, los parásitos ocupan y están adaptados a determinados nichos ecológicos. Si bien todo el ambiente del parásito es de origen biótico, puesto que es provisto por un ser vivo, ese ambiente está constituido por componentes primarios que son abióticos tales como el pH, tensión de oxígeno, potencial redox y disponibilidad de nutrientes, además de los verdaderos componentes bióticos como son la presencia de otros parásitos o de microorganismos. El ambiente que el hospedador provee al parásito no es pasivo sino que reacciona adaptativamente frente a su presencia. Los parásitos deben encarar una serie de factores potencialmente destructores, como por ejemplo, la presencia de anticuerpos, además de la acción depredadora de las células fagocitarias. En último término, la capacidad del parásito para evadir o resistir esas respuestas adaptativas del hospedador, es la que determinará su éxito para sobrevivir como individuo y como especie. Las relaciones entre el parásito y el huésped pueden dar lugar a los diferentes grados de parasitismo, con o sin alteración del huésped, que puede manifestarse en caso positivo por la aparición de síntomas y signos cínicos. Habrá una toma de contacto, que requiere el conocimiento de la puerta de entrada, penetración invasión y tropismo tisular. El huésped se defiende frente al parásito y el resultado es una acción patógena (que se demuestra por hechos clínicos), la eliminación del parásito o el equilibrio entre ambos seres vivos. El huésped puede convertirse en portador asintomático de la parasitosis, y por tanto en fuente de infección.






REFERENCIAS


http://www.monografias.com/trabajos38/parasitologia/parasitologia.shtml#relac


http://facultad.bayamon.inter.edu/iferrer/clase1parfig.pdf


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